La Carta
Cierto
día mientras regaba unas plantas, mire una escena que me conmovió
al borde del llanto. Era un anciano corriendo lleno de alegría, que
atrajo mi atención. Al mirar unos metros adelante de este hombre
mayor, vi que se acercaba una señora con una bella niña en sus
brazos. Llegando hacia ellas, el cargo a la niña en sus brazos y la
empezó a llenar de cariño. Me quede atónito ante aquella escena,
que parecía transcurrir lentamente.
Tal
escena me llevo a comparar ese despliegue de amor y ternura, al amor
y ternura de Dios hacia nosotros y si ese amor puede tener un hombre,
que mayormente Dios puede tener un amor tan verdadero y tierno hacia
sus hijos.
También
me hizo recordar que un amoroso Padre, les dejo a sus hijos la mayor
carta de amor que haya existido: La Biblia. Y tu ¿ya la leíste?
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